Se acabó.

Se acabó.

Se acabó lo que se daba.

Ayer terminé la clase de cocina 1.

No puedo negar que fueron sumamente interesante y divertidas las etapas que vivimos ahí.

 

¿Se acuerdan que en uno de los primeros blogs les conté sobre las diferencias entre los dos chefs que comenzaron dando la clase? Pues básicamente nos tocó trabajar con la chef (la que les dije que era más jovencita), y definitivamente se robó nuestro corazón. Creo que no se de una persona que no terminara queriéndola un montón y deseando reanudar clases en la próxima sección, con ella. Demostró ser conocedora y es el tipo de chef que parece no tener problema en compartir sus secretos culinarios. Esto - para mi - me demuestra que tiene mucha seguridad en sí misma. Me pareció que quizás al principio, cuando me dio la impresión de desorganizada (eso fue lo que escribí antes), era porque está un poco difícil dar clases a tantas personalidades, edades y enfoques diferentes. Sin embargo al final… todos (que teníamos edades tan y tan variadas) terminamos aprendiendo bastante de ella.

 

La última clase para mi fue un reto pq me tocó sola (no era obligatorio, pero un reto que acepté). Una proteína, un acompañante y un aperitivo. ¿Como es que me bloqueé horriblemente cuando me tocó de la nada decidir hacer algo y hacer el trabajo? Me iba a ir por mi lado fácil para no meter la pata: pollo. Pero cuando fui a buscarlo ya se lo habían llevado. Me quedó res y salmón. Si alguna vez has visto una competencia de “Master Chef”, algo así fue el ambiente. La chef nos dejaba fluir, teníamos una hora exacta de entrega de los platos para evaluación y teníamos que luchar contra los compañeros por acaparar los ingredientes que necesitabas.

Mi menú:

 

Salmón dulce sobre Hash de papás y batata mameya con un relish de pimientos

 

Sopa de broccoli

 

Te cuento como me fue esta vuelta…

La idea de un salmón dulce viene del concepto de que fuera “candied” (piensa como el glaze duro que le ponen a las manzanas de dulce que venden en Disney)… pero que fuera tostadito. Pero el punto es que comencé el salmón a 15 min antes de platear, y no quedó así para nada… aunque el sabor si bregó. Primero, agarré el filete de salmón y lo mariné en una mezcla de azúcar negra, salsa soya y aceite de oliva. Luego lo puse al sartén. No tenia las herramientas correctas, así que al sacarlo, se rompió y no me dio tiempo de buscar el color que quería. Al salir le eché un poco de paprika. Y lo serví sobre el hash.

 

Para hacer el hash, corté 3 papas rojas y una batata mameya en cuadritos. La chef me dijo que hiciera un blanching en agua hirviendo. Eso evitaría que se pegaran luego. Y así mismo fue. Mientras hervían eché un poco de sal y aceite. Luego la escurrí. Puse aceite en un sartén caliente y tiré las papas y batatas. Corte bien pequeño pimiento (bell pepper) rojo, anaranjado y verde. También cebolla. Cuando las papas estaban ya doradas, le eché ese mix, sal, pimienta blanca, comino y paprika. Apagué el sartén. Dejé que los vegetales agarraran el caliente pero no les di break que se quemaran. Jaja

 

El relish que hice para el tope del cual me siento súper orgullosa, lo hice cortando pimientos, cebolla y ajo muy pequeñito. Luego eché vinagre de arroz y azúcar negra. Mezclé y para la nevera (eso fue lo primero que hice).

Cuando serví fue el hash de papas, salmón y relish en el tope.

 

La sopita de brócoli fue bastante normal, solo que la sal fue de celery y también eché celery cortadito. Primero corté el brócoli y el celery en mini pedacitos. También cebolla. Luego puse eso en el sartén caliente con mantequilla y aceite de oliva. Cuando estaba ya traslúcida la cebolla, eché 4 tazas de caldo de pollo. Lo dejé hervir. Luego 1/2 taza de crema espesa y una taza de quesos (mix de mozzarella y cheddar). Entonces sazoné a gusto. Sal, pimienta y lo retiré del fuego. Yo la serví así, líquida y con los pedacitos para comer, pero también se acostumbra pasar por un ‘blender’ para hacer una crema.

 

Lo único que no me gustó de todo fue la presentación del salmón. Aunque sabía riquísimo. Las papas quedaron bellas. La sopa fue un “hit” entre los compañeros y se acabó completita.

 

La verdad yo he disfrutado y aprendido muchísimo en esta clase. Mis compañeros fueron increíbles. Ahora honestamente estoy esperando que me confirmen que la parte 2 de la clase será en junio después de eso, para matricularme nuevamente.


Mientras tanto estaré pendiente a seguir aprendiendo más y más sobre la comida del mundo.

 

Ese es el mejor de todos los viajes. ¡Que rico!

 

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1 comentario

Ujuuu. Pase x aquí a leerte !! Y claro q me comería ese menú. Soy full foodie me encantan probar y comer 👅 sabores diferentes dulce c salado / agrio dulce ,, adelante mucho éxito. Detalle ! Soy de las personas q aunque pasen por situaciones complicadas ya sea tristeza , pena , llanto drepresion no dejo de comer , si varió lo q como pero jamas mis tripas dejan de sonar cuando tienen hambre 😀

Brenda Gallardo

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